martes, 9 de diciembre de 2014

Comentario Final


Vuelvo a leer mi primer comentario del blog e inmediatamente me doy cuenta de que no soy el mismo de antes. La dirección que han tomado mis ideas sobre la fotografía son completamente distintas a las que veía en ese tiempo. Presumía de ignorante en el tema, de menor rango que aficionado, con justa razón.

Habiendo entendido la teoría y empleado las formas que se expusieron en clase, no estoy satisfecho. Mi disgusto principal es que aún no he sido capaz de resolver la imagen desde un punto de muy mío de vista. Para mi fortuna, la clase ha logrado uno de sus objetivos en mí: Me ha quitado el miedo de salir y tomar una fotografía. A lo largo de estos meses, mientras fotografiaba, me encontraba en la calle con personajes bastante singulares que terminaban siendo violentos, por el hecho de pensar que el tener una cámara fotográfica me hacía reportero. Medianamente se equivocaban pues, aunque no trabajo para un medio de difusión, es cierto que la cámara te da cierto poder. Poder de la imagen. Estoy seguro de que mi relación con la fotografía no termina aquí. Más bien ha empezado y me da gusto tener un semestre más de clase sin cambiar de profesor pues, eso me da oportunidad de seguir resolviendo dudas, si es que la hay, en fotografía.




El profesor nos pide que incluyamos en este comentario una idea de cómo mejorar la clase. Desde mi punto de vista, la administración del tiempo es base. Aunque en este se hizo todo lo posible por empezar la clase de forma puntual, darse tiempo a las prácticas, etcétera, considero que esta fórmula se quebraba cuando revisábamos las fotografías: Se revisaban las fotos de los mismos alumnos y eso impedía que algunos otros tuvieran una revisión más personalizada. Las soluciones: El cronometrado es una buena opción. Podría ser factible y un ejercicio de prueba que cada alumno “critique” una fotografía de otro compañero (de forma escrita)  y después se revisen dichas críticas. Así se fortalece la visión del alumno. Si la crítica no es objetiva, también debería exponerse con el afán de aprender sobre el error.  Otra idea que me pareció muy buena y que tengo que decir no es mía. Es que el análisis que el profesor tenga sobre las fotografías sean mandadas por escrito a los alumnos. De esta forma el tiempo en clase no se altera y el alumno puede estar enterado de qué debe mejorar. Me parece que habiendo tantas fotografías por checar, sería bueno que el alumno escogiera la “peor” fotografía de su repertorio, para ser criticada. (me refiero con “peor” a la insatisfacción que el alumno tenga por una fotografía en particular). 

Pola Weiss

Me encontraba en las primeras clases de la licenciatura de Física y Matemáticas  en el Instituto Politécnico Nacional y, como es bien sabido, éstas dos materias son temidas por mucha gente que, a mi parecer, temen simplemente por el hecho de que no se han dado a la tarea de conocer un poco más de éstas, nada que ver con la dificultad.

En una de estas pláticas introductorias a la carrera, un ponente, inspirado en la vida de algunos científicos, nos dijo las siguientes palabras:

“Grandes genios han caminado hacia el lado contrario al que todo el mundo camina. Su vida ha estado llena de rechazo e incomprensión. Pero en su genialidad, en un momento de brillantez le demuestran a toda esa gente que estaban caminando hacia el lado equivocado. Y rompen los esquemas, y cambian al mundo.”

Tengo que decir que saber sobre Pola Weiss me causa nostalgia. Tal vez mi visión sobre ella sería diferente de no haber sabido que se suicidó. El trabajo de Pola no fue tan aceptado en el país como lo fue en otros países. Pola fue pionera en el videoarte en México, cosa que no resultó tan sorprendente en su tiempo como ahora me parece sorprendente.

En la exposición, que tiene más bien una dirección  documental, se expone el desarrollo de su visión artística. Se muestra ante su padre y se excusa el hecho de que tal vez ella reniegue los deseos de él al dedicarse a otra cosa menos común como al arte. “Vi de otro modo la vida” (Videato).
Se grababa en la calle mientras danzaba, además de  grabar las reacciones de las personas que la observaban. Reacciones que evidencian que la gente que observaba muchas veces no entendía de qué se trataba. -Caminaba hacia el lado contrario-.


Entiendo que a esto te debes de enfrentar cuando retas la normalidad. Cuando haces algo que no entiende la mayoría de las personas. Al rechazo. Este es el camino del artista o del científico, que popularmente se describen como locos. No pretendo hacer crítica sobre sus decisiones, pues es claro que en este país el arte no se ha aceptado completamente como nuestro. Esta vez quiero iniciar una idea, que la educación artística se extienda más allá del DF y eduque a nuestra gente de buen criterio a la hora de recibir nuevas ideas.