Cuando se trabaja en un espacio bidimensional, la capacidad de movimiento es "limitada". Lo entrecomillo pues, para un universo bidimensional el término "límite" debe de ser muy diferente al que nosotros conocemos. Comparado a un espacio tridimensional, las dos dimensiones permitirían a un objeto moverse hacia adelante o hacia atrás, y hacia izquierda o derecha. Incluyamos una dimensión más: la altura. Ahora tenemos la capacidad de movernos hacia arriba o hacia abajo además de los casos ya mencionados. Esto, que suena muy simple, cambia completamente las posibilidades no solo de movimiento, sino de la forma de ver su entorno. Este pensamiento básico es aplicable a la fotografía con el video.
La fotografía, que es bidimensional permite que el fotógrafo dirija la atención al espectador mediante el encuadre. El encuadre es la posibilidad del fotógrafo de moverse en el espacio en un universo bidimensional, él debe conocer todas sus posibilidades y detonar la que exprese mejor su intención. Al introducir una dimensión más a la fotografía, llegamos al video. Las posibilidades que la nueva dimensión le permite al video son muchas, y dentro de ellas encontramos a los campos y planos. Aunque estos son también aplicables para la fotografía, ésta no tiene tanta contundencia al usarlas pues lo que les da ese fuerte punch frente al espectador es que en el video la diferencia en planos y campos se encuentra yuxtapuesta, se plantea una comparación entre dos o más imágenes, o secuencias de ellas. Una fotografía puede tener un campo largo, por ejemplo, pero carecerá del diálogo que plantea el video entre variedad de planos y campos.
Ahora, nuestro personaje antes llamado fotógrafo puede enlazar estas diferencias y usarlas a su favor: Enfatizar situaciones, dar pausas, dirigir la atención; mostrar la expresión del personaje, minimizarlo, elevarlo, aumentarlo. ubicarlo en el espacio, ver su compañía, o su misma soledad; mostrar una atmósfera, el entorno, el lugar. En fin, las posibilidades, como las de movimiento en un plano tridimensional, se vuelven complejas e infinitas.
Siguiendo con el tema con el que iniciamos este escrito, ¿Qué pasaría si a nuestro universo se incluyera una dimensión más? Particularmente el tiempo. Ahora, nuestro universo de 4 dimensiones permitiría movernos en el tiempo. En palabras simples, un universo de 4 dimensiones sería visto como un gusano cuya parte media sería cada uno de nosotros, cada objeto en este espacio y su cola sería una sucesión de ellos mismos en tiempos anteriores. Su cabeza serían eventos futuros. Estos podrían interactuar entre sí y entre otros objetos, pues nuestro universo nos permitiría movernos a través del tiempo. El video permite esta posiblidad, al cortar una historia para ver el pasado, o adelantarse hacia el futuro, mostrando lo que pasará.
¿Qué posibilidades nos da el video? Infinitas. Los campos y planos permiten dirigir la atención del espectador. Acercarse a la narrativa. La movilidad en el tiempo es excelente para mostrar una historia, para darla a conocer. No podría enumerar todas las posibilidades, pues después de mi comparación parece que es más claro notar la infinidad de situaciones que podrían darse. Para un estudiante de imágenes en movimiento, lo natural es experimentar y ponerse creativo.