Susan Sontang realiza un ensayo
sobre el impacto que el fenómeno fotográfico ha desarrollado. En su ensayo, se
presenta una idea general sobre lo que es el fenómeno fotográfico. Desde sus
inicios, la fotografía se compara con disciplinas artísticas tales como la pintura o
escultura. Es interesante observar cómo los movimientos artísticos, en el caso
de la pintura, han sido influenciadas
por la fotografía. El arte impresionista fue inspirado por la
fotografía, donde su finalidad era captar el momento; en el caso del arte abstracto,
la fotografía orilló de forma indirecta a los artistas a alejarse de las
representaciones fieles de la realidad.
Susy manifiesta que la fotografía
tiene orígenes surreales. Y parte de un importante debate donde se muestra cómo
a lo largo del tiempo y aún en día se confunde la imagen fotográfica con la
realidad. El fotógrafo pretende con una imagen mostrar más que solo la
realidad, imprime en ella un sentimiento, un propósito. Esta imagen deja de ser
“realista” en el momento en que una persona la hace suya. Sontang cita a Robert
Frank:
“Hay algo que la fotografía debe contener: la humanidad del momento”
La fotografía entra también a un
ámbito social, donde la belleza deja de catalogarse como la idealización de lo
perfecto; el fotógrafo muestra muchas veces lo que algunos no quieren ver:
pobreza y sencillez; horror y violencia. “La fotografía no crea una posición
moral, pero si la consolida” nos dice Susy. El impacto que causa en las
personas el hecho de mostrarles aquello que se ignora diariamente puede cambiar
opiniones.
Lo que hace realmente interesante
a la fotografía es el hecho de que ésta, como tal, no es arte. El uso que se le
ha dado muchas veces es alejado de lo artístico. Muchas veces es utilizada como
extensión de la memoria, se muestran como ejemplos los retratos familiares, el
turismo o el voyerismo. También se le han asociado fines propagandísticos. Sin
embargo, la fotografía si puede generar obras que se consideren arte. Ahí es
donde recae la importancia de saber qué es una buena fotografía. Me quedo con
la opinión de Ansel Adams: “Para hacer una buena fotografía, se ha de haber
visto de antemano. La imagen debe existir en la mente del fotógrafo durante o
antes de la exposición del negativo”.
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